miércoles, 7 de junio de 2017

EL ORFELINATO DE LOS OGIJARES DE GRANADA 1939




FOTO 1 Niños en el Orfelinato de los Ogijares de Granada

ALEGRÍA, LUZ Y SOL EN LA CASA DE LOS NIÑOS

A dos kilómetros de Granada, se alzan las magníficas edificaciones que encierran el gran Orfelinato de los Ogijares. Categóricamente podemos afirmar que, aún en aquella capital andaluza, desconocen la importancia de este Centro, donde una gran contingente de la infancia, a la que faltó el abrigo familiar, vive rodeada de las más variadas atracciones.

El Orfelinato se halla instalado en varios de los edificios construidos un día para leprosería regional, que no llegó a funcionar.

Todo es en aquellos lugares, ambiente de alegría, de sol, de luz… entre las múltiples edificaciones, jardines, fuentes y entre estos cientos de chiquillos que participan del bienestar que allí, con desinterés, se les brinda.

FOTO 2 Bajo el sol de Granada, los niños del orfelinato muestran su alegría

Hay pabellones dedicados a niños de destete; otros para los que ya pasan de dos años y así, por grupos, separados los niños de las niñas. El orden y esmero presiden todas las actividades y a ello colaboran las perfectas instalaciones de agua corriente por todas partes, servicio de duchas y cuanto puede exigir una higiene moderna. En el pabellón de lactantes, un grupo de nodrizas y enfermeras atiende las necesidades de algunos niños.

Para los restantes hay formado un grupo de doce jóvenes que, con abnegación, dedican todo el cuidado moral y material de los pequeños.

Entre el enjambre de cabecitas rubias y morenas que por todos lados nos sigue, no hubiera sido posible hacer un cálculo de cuantos niños había allí, pero se nos afirma por el jefe del Centro, que pasan de quinientos, entre los dos sexos. Desde que sólo tienen dos años, hacen vida por separado, incluso en juegos, los niños y las niñas.

A la capilla, dispuesta especialmente para estos seres que comienzan su carrera por la vida, los mayores, acuden a diario. Y allí se está formando una centuria de <> que, sin duda, será la única integrada en España sólo por niños de menos de cuatro años. Cómo es lógico, esta centuria, con mandos propios, dispone de instructor dependiente de la Organización Juvenil de Granada.

FOTO 3 Para hacer sus construcciones, los niños recogen chinas del suelo

El régimen de vida, para cuantos viven las horas del Orfelinato, se emplean, casi por completo, a robustecer el cuerpo con aire y sol. En los paseos y jardines, entre los espacios de las casas, disponen de muñecos, otros juguetes y materiales para construcción. Tanto cariño ponen en estos trabajos, que grupos de niños diseminados en varios lugares, se obstinan en la tarea de recoger chinas y transportarlas hasta el lugar de la <>. Otros realizan juegos formando cercos, <> humanos y otras mil monerías de diverso género.

Entre los quinientos niños hay un cuadro artístico. Lo forman pequeños de menos de tres años que nos ofrecen el fruto de largo trabajo de sus instructoras. Unos bailan, otros cantan y el conjunto nos parece algo admirable, conseguir cosas como éstas, que ejecutan al primer ruego de las jóvenes que los atienden.

Niños y niñas visten trajes blancos, que armonizan con sus caras en las que resplandece el contento y la salud mezclados. Las niñas lucen sobre sus cabezas lazos negros. Los zapatos de todos también son de este último color. Del régimen allí establecido hablan bien claro las estadísticas, que apenas conocen enfermedades, tan corrientes en niños de tan corta edad.

Los niños, tienen en su mayoría un régimen lácteo; pero ellos no han conocido aún carestía de leche y mensualmente se sirve para su consumo un total de cinco mil doscientos litros. Los gastos de alimentación se calculan en más de veinticinco mil pesetas anuales sin contar los extraordinarios. Cada niño, según su edad tiene cuna o cama individual. De la parte superior de los servicios en el Orfelinato están encargadas además de un administrador, enfermeras y religiosas.

Las clases, de iniciación a las diversas materias, la reciben los escolares en escuelas de párvulos que funcionan fuera de los edificios. Para llegar a ellas, salvo la resistencia natural de algunos pequeños, que en el momento propicio rompen en llanto, marchan formados en filas. Nada más encantador que este cuadro que nos ofrecen los pequeños, caminando entre canciones, guardando con sus vacilantes pasos la formación.

LA VIDA DE LOS HUÉRFANOS SE FORMARÁ HACIA EL TRABAJO

El medio millar de niños, unos antes y otros después, llegarán a la edad en que tendrán que inclinarse por una profesión u oficio. Todo entonces estará preparado porque en otros edificios, que los pequeños no ocupan, encontrarán talleres de distintas actividades y salones de costura las mujeres.

Quizás en pocos orfelinatos se hayan previsto cuantos detalles dejamos apuntados al reseñar la vida en éste, en donde hemos empleado un día entero para recorrerlo y admirar la labor que se lleva a cabo con tantos niños, que pertenecen a la orfandad a la que esta España, con tantas pruebas de cariño trata a través de múltiples obras.

Con ser hermoso el lugar, dónde se levantan los edificios del Orfelinato, se dispone de un pabellón en la costa del Sur, a donde la mayoría de ellos, en distintos períodos de tiempo, se trasladan para participar de los beneficios del agua y brisas marinas.

Como puede comprenderse, el traslado no obedece a una necesidad para la salud de los niños. Más bien constituye la colonia marítima, una variedad en los factores que influyen en el mejor desarrollo de la infancia y también, ¿por qué negarlo?, en acentuar el dorado de los cabellos y los rostros, que se muestran con expresión que la inocencia de estos seres encierra, expresión de alegría de la que son las más atrayentes depositarios.

FOTO 4 Cinco mozalbetes de rostro curtido por el sol y llenos de salud. Enfermera con niña en brazos, rebosando salud, alegría y bienestar

Todos los gastos de este orfelinato los sufraga la Diputación de Granada, con el interés y celo que sobre el centro ejerce la delegación provincial de Auxilio Social de aquella capital. R. Antiñolo

Revista comprada en Salamanca
Mundus Libri. Ana Fortes
Calle Compañía nº 43
Salamanca

Fotografías
Fotógrafo R. Antiñolo y Arenas
Reporter: A. Alonso

Bibliografía
Semanario gráfico nacionalsindicalista. Año III, número 145. 9 de diciembre de 1939
Dirección y Redacción: Avenida nº 2. Teléfono 11.821. Administración: Elcano nº 7. Teléfono 12.308. San Sebastián

 
AUTOR:
Manuel Solórzano Sánchez
Graduado en Enfermería. Servicio de Traumatología. Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. OSI- Donostialdea. Osakidetza- Servicio Vasco de Salud
Insignia de Oro de la Sociedad Española de Enfermería Oftalmológica 2010. SEEOF
Miembro de Enfermería Avanza
Miembro de Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos
Miembro de la Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro de la Red Cubana de Historia de la Enfermería
Miembro Consultivo de la Asociación Histórico Filosófica del Cuidado y la Enfermería en México AHFICEN, A.C.
Miembro no numerario de la Real Sociedad Vascongada de Amigos del País. (RSBAP)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo estuve en ese orfanato estábamos numeradas tenía el número 15 me gustaría ponerme en contacto co gente mi mejor amiga se llamaba carmen cita compartíamos la comida un saludo