domingo, 27 de enero de 2013

ANGUSTIA, CONCIENCIA Y POSIBILIDAD EN ENFERMERÍA

Terminaba Albert Espinosa el pasado domingo su artículo semanal sobre supersticiones, con una frase inspiradora, que debería tenerse en cuenta, aunque no para todos sea real, o tenga todo de verdad: "La angustia es la conciencia de la posibilidad". Y me lo he tomado como reto.
Angustia, no es justamente a lo que llegamos, no es tanto esa reacción antes algo desconocido, no del todo, pero en las 2 últimas semanas casi podría haber estado angustiada. Un gran cambio en los últimos días, con repercusiones casi todas malas, pero no todas, se ha presentado como una oportunidad de acción nueva. Dejamos atrás 5-6 años de formación e Intervención en prevención del VIH/Sida con jóvenes, por culpa de que el Gobierno de España dice que no hay dinero (o ganas) para cubrir programas preventivos en el tema (junto con la no accesibilidad a prevención de los inmigrantes). Sólo aceptan programas que trabajen con personas con SIDA o para seropositivos. Tomamos conciencia del futuro planificado hacía poco, para 2013 en adelante, por el tiempo dedicado, por los agentes de salud capacitados en Educación para Salud que pierden una buena oportunidad para seguir formando e investigando, por seguir ejerciendo en temas de participación social, de actuar directamente con la población. Pero por suerte, tendremos la posibilidad de agruparnos en una nueva Red Social, que tendrá ámbito iberoamericano y que puede darnos nuevas alegrías. Pero lo más importante, es esa conciencia de grupo unido que nos queda a los que quedamos a pesar de las limitaciones, incluso con más ganas que antes. 
Esta mañana he retomado el ejemplo, al leer el artículo de la actriz Cayetana Guillén Cuervo, publicado el pasado viernes en elmundo.com sobre su experiencia hospitalaria durante los últimos días de vida de su padre, el gran actor Fernando Guillén (DEP), en relación al trato diario con las enfermeras que lo (los) cuidaban. La angustia de la familia ante una muerte inminente, ante no poder consolar el dolor del padre, se vuelve consciente por una vida que se puede ir en breve, por ser uno más, un ser humano más, una familia más entre tantas que sólo persigue la calidad de vida y una muerte digna. Conciencia de que existen esas "últimas sirenas" que ayudan en su propósito de buen hacer, de cuidarlos en su último papel. Aquí, más que nunca, debemos aprovechar la posibilidad de desarrollar nuestro trabajo, de aplicar los mejores cuidados para ayudar a que estas experiencias tan traumáticas queden  en la memoria de los que quedan, como una de las emocionantes de sus vida. Por que Enfermería no trata sólo de ayudar a curar a un paciente enfermero, si no de cuidarlos, a ellos y a sus familias en la situación en la que se encuentren. 

100 AÑOS DEL COLEGIO OFICIAL DE ENFERMERÍA DE SANTA CRUZ DE TENERIFE



Según me consta por la nota de prensa emitida por el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife, los días del 28 al 30 de noviembre de 2012 han tenido lugar los actos conmemorativos del centenario de la constitución del Colegio de Enfermería de las Islas Canarias en 1912. Éste constituido por segregación del de Madrid, ha cumplido ya más de 100 años de actividad enfermera en la región.

El Colegio inicialmente de Practicantes, ha vivido como todos los demás Colegios Profesionales de Enfermería, todas las transformaciones que en estos cien años ha sufrido la Enfermería, primero Colegio de Practicantes, Matronas y Enfermeras, posteriormente en Colegio de Ayudantes Técnicos Sanitarios (A.T.S.), para pasar a denominarse Colegio de Diplomados en Enfermería. Actualmente acoge a todos los profesionales que ejercen nuestra profesión y sus especialidades.


FOTO 001 Máximo González, Paulino Rivero y José Ángel Rodríguez

La presentación del libro así como los actos inaugurales fueron presentados por el Presidente del Gobierno de Canarias, Don Paulino Rivero, por el Presidente del Consejo General de Enfermería, Don Máximo González Jurado, y por Don José Ángel Rodríguez Gómez, Presidente del Colegio de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife, comenzó el acto con una conferencia impartida por el Profesor y Doctor en Enfermería Máximo González Jurado sobre La profesión enfermera en la sociedad actual. Pretendiendo enfatizar sobre la contribución enfermera en la salud de las personas a través de los cuidados enfermeros.

El libro “Centenario del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife 1912 – 2012 ha visto la luz gracias a la Junta de Gobierno presidida por José Ángel Rodríguez, Ángela Mª Ortega, Mª Belén Cruz, Ana Mª González, Luis Lorenzo Cruz, Juan Esteban, Carlota Martín, José Nemesio Santana, Francisco Martín, Antonio Jesús Montilla, Óscar Rey, Mª del Carmen Rijo y Mª Rosario Calavia. Editado por el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife, bajo la dirección de José Ángel Rodríguez, por su Consejo de redacción compuesto por él mismo José Ángel y Lucía Ochoa, siendo además ésta última la directora técnica, diseño e ilustración, acompañada en este último proceso por Natalia Rodríguez. Las fotografías de Misael Montesdeoca, el prólogo por Manuel Solórzano Sánchez, y lo más importante del libro sus Autores. La impresión ha sido realizada por Gráficas Sabater, y el diseño de la portada ha corrido a cargo de Lucía Ochoa.


FOTO 002 Portada del Libro del Centenario del Colegio de Santa Cruz de Tenerife

AUTORES:
José Ángel Rodríguez Gómez, Lucía Ochoa Diez, Francisco Javier Castro Molina, Mª del Carmen Rijo Hernández, Natalia Rodríguez Novo, Francisco Martín Rodríguez-Solis, Marta Santiago Rijo, Mª de las Mercedes Novo Muñoz, Óscar Rey Luque, Ángela Mª Ortega Benítez y Misael Montesdeoca Núñez.

El libro consta de 232 páginas con un bello formato y unas ilustraciones magníficas que han sido recuperadas por los propios colegiados. El libro consta de varios apartados empezando por el índice, prólogo e introducción. En el Primer capítulo titulado Historia del Colegio, se reparte en 1.1 Comienzos históricos del Colegio de Enfermería como Organización Oficial. 1.2 Sedes Colegiales. 1.3 El Intrusismo Profesional no es nuevo.

En el Segundo capítulo titulado Nuestra Colegiación a lo largo de la Historia. Cien años cuidando en Santa Cruz de Tenerife. Desarrollado en 2.1 Antecedentes Históricos de los Colegios. 2.2 El establecimiento de la Colegiación en 1929. 2.3 Cien años cuidando desde el Colegio. 2.4 La Colegiación en el siglo XXI. 2.5 Las nuevas tecnologías y el Colegio.

En el Tercer capítulo titulado La Palabra, el Silencio y la Presencia a lo largo de la Historia reciente… Desarrollado en 3.1 Historia de la Enfermería.

En el Cuarto capítulo titulado Un siglo de imágenes. Desarrollado en 4.1. Sellos. 4.2 Carnets de Colegiado. 4.3 Portadas de Boletines y otras Publicaciones. 4.4 Titulación Académica. 4.5 Carteles y anuncios de Formación. 4.6 Publicidades. 4.7 Edificios Sanitarios. 4.8 La Enfermería a través de sus Uniformes.

En el Quinto capítulo titulado La Visita de la Reina. Desarrollado en 5.1 Con la ayuda Real. 5.2 Formación en Drogodependencias. 5.3 La Agenda del día 30 de abril de 1991.

En el Sexto capítulo titulado Desarrollo Académico y Profesional. Desarrollado en 6.1 El Progreso de la Formación Enfermera.

En el Séptimo capítulo titulado Sección literaria. Desarrollado en 7.1 El poder de lo cotidiano.

En el Octavo capítulo titulado Entrevistas y Perfiles. Hay 17 entrevistas a enfermeros y enfermeras de las Islas Canarias.

En el Noveno capítulo titulado El Enfermero del Siglo XXI. Desarrollado en 9.1 Enfermero Generalista y Especialista y sus competencias. 9.2 La Sociedad y el Sistema de Salud. 9.3 Los problemas de salud. 9.4 La prestación enfermera. El paradigma enfermero.

Para terminar con el Epílogo de Mª Mercedes Novo Muñoz, Directora de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de la Laguna.

En el prólogo Manuel Solórzano Sánchez del Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa, acababa con este párrafo “Agradecer a los autores de esta laboriosa labor de recopilación de datos, porque gracias a ellos tenemos un libro donde consultar una gran parte de nuestra historia isleña”. También decía que: “En Hispania con la Monarquía Goda, reinando los visigodos, entre el siglo V y el VIII, aparece el “Fuero Juzgo o Libro de los Jueces”, en este libro ya aparece el nombre de nuestros antepasados los “sangradores”. En el siglo XIII en el Reino de Castilla y según el Código de “Las siete partidas” del Rey Alfonso X el Sabio, figuran con el nombre de alfajemes, también llamados vulgarmente barberos; debían de afeitar y sangrar en lugares apartados y no en las plazas y calles. Ya nuestros antepasados empiezan a formar gremios y cofradías con un importante crecimiento de profesionales liberales como la nuestra.

Está escrito que en el siglo XIV se fundan las primeras Cofradías de Barberos y Cirujanos bajo la advocación de los Santos Patronos San Cosme y San Damián. Estas cofradías eran instituciones de carácter religioso - benéfico aunque en sus estatutos se dictaron normas sobre el ejercicio profesional, ya que para poder ejercer de cirujanos-barberos debían de ser examinados por dos cirujanos de la cofradía”.


FOTO 003 Presidente del Colegio José Ángel Rodríguez

En la introducción José Ángel Rodríguez empezaba así “La obra que presentamos en este libro nace por la necesidad de constatar el centenario de constitución del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife, como Institución de representación profesional, inicialmente de las Islas Canarias y posteriormente de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Este libro no tiene otro propósito más que el de servir de sencillo resumen de algunas aspiraciones, logros, hitos y aspectos de la profesión de estos últimos cien años, que nos han parecido de interés para reflejarlos en este escrito”.

En el Primer capítulo dice así: “Conocer los orígenes de esta Institución, sus ideas, sus logros y los acontecimientos que la han ido moldeando hasta formar lo que es hoy este Colegio”. En este capítulo tenemos cronológicamente los datos históricos referentes a la profesión de enfermería desde noviembre de 1855 con el Origen de los Colegios, hasta julio de 2010 con la firma del Protocolo Institucional y del documento “Pacto por la Sanidad: Posicionamiento Institucional Conjunto de la Organización Médica Colegial y la Organización Enfermera Colegial”. También está ilustrada con fotografías del “Acta de Creación de 1912” con el sello del Colegio de Practicantes de Medicina y Cirugía de las Islas Canarias. Santa Cruz de Tenerife.

En el Segundo capítulo aparece la carta a su Majestad el Rey Alfonso XIII, sobre el contenido de la I Asamblea de Practicantes de España de 1902. A partir de esta se suceden diferentes asambleas en diferentes años.

En el Tercer capítulo en la página 78 nos dice “La Real Academia de la Lengua Española define la acción de “Cuidar” como aquellas actividades que ponen diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo, orientadas a asistir, guardar o conservar alguna situación u objeto. Consuelo Carballal Basa define esta acción como el arte del Silencio, la Palabra y la Presencia, herramientas que el “administrador de cuidados” ha empleado en su labor desde tiempos inmemorables, mostrando un apoyo unánime al individuo. El cuidado constituye una forma de proporcionar ayuda a personas dependientes, haciéndoles sentir que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas. El cuidado implica una dedicación importante de tiempo y energía, en el que se suele dar más de lo que se recibe, y que apareja tareas que pueden no ser agradables y cómodas. El cuidado es una experiencia única y distinta a las demás, que habitualmente es imprevista, y que precisa de una preparación previa y elaborada”.


FOTO 004 Acta de creación del Colegio de 1912

En el Cuarto capítulo se ha dedicado a las imágenes, aparecen los sellos del Colegio Profesional, empezando por el de 1912 Sello del Colegio de Practicantes de Medicina y Cirugía de las Islas Canarias. Santa Cruz de Tenerife, siguiendo por el de 1944 a 1950, cambiándolo en 1954 hasta 1981, que volvió a cambiarse en 1977. En 1982 aparece el sello del Colegio Oficial de Ayudantes Técnicos Sanitarios. Provincia de Santa Cruz de Tenerife, cambiándolo en 1993 por el sello de la Organización Colegial. También aparecen las fotografías de los diferentes carnets que han utilizado los profesionales de enfermería, así como los títulos expedidos por los diferentes ministros de Educación y Ciencia.

También se hace referencia en este capítulo a los uniformes, símbolos y color, como eran los vestidos blancos, la lámpara, la cofia y la capa. Hoy en día muchos de estos símbolos ya no se utilizan, llevando el mismo color de uniforme o diferente según el estamento sanitario al que se pertenezca.


FOTO 005 Beca distintiva de la Enfermería. Su Majestad la Reina Doña Sofía y libros y manuales antiguos

En el Quinto capítulo resaltan lo importante que fue para las Islas y para la Enfermería la ayuda Real. En su página 134 está escrito como le recibió un jovencísimo José Ángel Rodríguez que relataba que el ver reconocida esta labor por Su Majestad la Reina, Doña Sofía, constituía, sin duda, un motivo de orgullo y satisfacción para la Escuela de Enfermería y del propio Colegio Profesional de Enfermería. El 30 de abril de 1991, día en que Su Majestad nos honró con su presencia, junto al día en que se inauguró la Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de La Laguna, han sido las dos fechas más importantes en la historia de esta institución académica.

La culminación del primer “Curso Multidisciplinar de Formación Continuada en Drogodependencia” que se desarrolló en dicho centro, en el mes de abril de ese año, así como la deferencia de Doña Sofía de presidir la mesa de clausura del mismo, consiguen afianzar el prestigio que, poco a poco, estaba adquiriendo la Enfermería. Asimismo, no podemos dejar de agradecer la colaboración, totalmente desinteresada, de los profesores que participaron en las distintas jornadas del curso, así como la de los 52 alumnos inscritos.

Indudablemente, el contar con el apoyo de Doña Sofía favoreció considerablemente la creación de futuros planes en materia de drogodependencia. De esta forma, con la ayuda Real, del Gobierno autónomo, de la FAD y de la Asociación de Cooperación Juvenil “San Miguel”, la Universidad de La Laguna, a través de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia, tendría la oportunidad de formar expertos profesionales en el mundo de la Enfermería que estarían capacitados para crear una metodología que permitiera a la sociedad canaria y a todos los profesionales de este mundo realizar una política de prevención contra este tema.

Probablemente, el 30 de abril de 1991, fuimos muchos los profesionales de este mundo los que pensamos que el imponerle a Doña Sofía la Beca distintiva de nuestra profesión, nombrarla profesora catedrática honoraria y obsequiarle con el emblema de la Escuela eran elementos para demostrarle nuestro agradecimiento pero, después de haber participado con Su Majestad en dicho acto de clausura, nos dimos cuenta que se habían convertido en un motivo más de gratitud hacia Doña Sofía, al haber tenido la gentileza de aceptarlos y formar así parte de todo el colectivo de Enfermería tinerfeña, contribuyendo con ello a dar un mayor empuje a todos los que participamos en este mundo laboral.


FOTO 006 Francisco Javier Castro Molina. Portada del Primer Boletín de los Colegios de Practicantes de Medicina y Cirugía al que se suscribe el Colegio de Santa Cruz de Tenerife. Sellos del Colegio

En el capítulo Sexto. Desarrollo académico y profesional nos muestran carta desde 1864, nos relata los escritos en la Gaceta de Madrid de 1901 donde se publica el Real Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes que dice así:

La Enseñanza de los Practicantes, creada por el artículo 40 de la Ley de Instrucción Pública de 1857, como Auxiliar de las Ciencias Médicas, requiere la modificación de Reales Decretos como el de 16 de Noviembre de 1888, en el que se regula en la actualidad los citados estudios. El Conde de Romanotes firma el 26 de Abril de 1901 el Real Decreto que reproducimos en los textos de interés de los niveles formativos de estos profesionales.

A propuesta del Ministerio de InstrucciónPública y Bellas Artes, y de acuerdo con lo informado por la Facultad de Medicina de la Universidad Central y el Consejo de Instrucción Pública;

En nombre de mi Augusto hijo el Rey D. Alfonso XIII, y como Reina Regente del Reino, Vengo en decretar lo siguiente:

Art. 1º Para poder efectuar los estudios de la enseñanza de Practicantes, se precisará la aprobación previa de un examen de ingreso que comprenda los conocimientos que integran la primera enseñanza.

Art. 2º Los estudios serán:
Primer año.-Anatomía del exterior.- Conocimiento de las cuadrículas topográficas y uno de los órganos.- Apósitos y vendajes.- Elementos de materia médica, en lo que se refiera principalmente á la medicación tópica.

Segundo año.-Operatoria de cirugía menor.- Nociones de Obstetricia en lo referente á la asistencia al parto normal.- Idea general de los primeros auxilios que pueden prestarse á los intoxicados y asfixiados.

Art. 3º Estos estudios tendrán la práctica de hospital correspondiente, y no podrán hacerse en menos de dos años.

Art. 4º Para obtener el título correspondiente se efectuará un estudio teórico- práctico.

Art. 5º Todos los exámenes y el ejercicio de reválida se verificarán en las Facultades de Medicina.

En el capítulo Séptimo, en la sección literaria en la página 171 empieza así: Una enfermera que quiere permanecer en el anonimato, un buen día a través de una larga charla, me contó cómo había sido su “nacer en la enfermería”, cómo la había soñado, cómo la “sintió”… cómo la “vivió”, y pensé que algo así debía ser conocido por todo el colectivo, compartirlo con todos sus colegas…, y cuando me dieron la oportunidad de participar en la creación de este Libro del Centenario del Colegio…, pensé de inmediato en aquella inolvidable conversación, y me dispuse a tratar de hacer un relato desde mi recuerdo de todo aquello que aquel imborrable día me contó . Espero ser fiel a tan rica experiencia… y que os impresione y os cautive tanto como a mí. Esta historia de una enfermera anónima relatada por Lucía Ochoa, bien merece ser leída íntegramente en el propio libro. Desde aquí os deseo que lo podáis adquirir para vuestra formación y para vuestro interés y saber y leer lo que está escrito.

En el capítulo Octavo, en las entrevistas sólo voy a resaltar frases que han dicho los profesionales entrevistados. Por ejemplo “La gente se desvivía por darte, por quererte”. “…cada inyección vendría costando entre 2,50 y 3 pesetas”. “El material de usar y tirar era impensable en esos años, y las jeringuillas, que eran de cristal, se hervían en agua para esterilizarlas”. “Don paulino Cejas participó y vivió cambios trascendentales de la profesión, siendo uno de los artífices de la creación de la Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios de la Facultad de Medicina de La Laguna”. Candelaria Álvarez nos contaba que “Si surgiera, atendería un parto hoy en día” “Era la época más sacrificada, porque tenías que estar disponible y localizada en todo momento, teniendo incluso que salir a atender partos en barrancos” “Hoy es una tranquilidad trabajar en un hospital”.


FOTO 007 Junta de Gobierno actual del Colegio de Enfermería. Santa Cruz de Tenerife

Para terminar me gustaría incluir lo que nos dice Mª Mercedes Novo Muñoz en el epílogo: “A lo largo de esta publicación se ha pretendido, a modo de resumen, estructurar los pasos y caminos que la enfermería en nuestra provincia, Santa Cruz de Tenerife, y por ello la enfermería española a la que está absolutamente ligada, ha recorrido en los últimos cien años. Hemos huido de realizar interpretaciones, análisis históricos o relatos interesados o personales de cualquier época planteada, nuestro interés ha sido presentar un relato que dejara constancia de la existencia de nuestro Colegio, que mejorara la visibilidad de la enfermería en nuestro medio y plasmar, de la forma más objetiva posible, los datos y anécdotas que contamos; para ello nos hemos valido de las aportaciones de compañeros enfermeros y enfermeras que han escrito y relatado aspectos que han estudiado, se los han contado o los han vivido”.

Esperamos que podáis leer y disfrutar de este fenomenal volumen de nuestra historia profesional que se dilata en el tiempo, donde más de cien años se resumen en normas, carné, títulos, fotografías, reales decretos, normas y sobre todo respeto, cariño y humanidad. Tratar a los pacientes, a los enfermos y a las familias como nosotros queremos que nos traten y conseguir la mayor felicidad y bienestar para todos los que sufren.

También se repartió el libro “Uniformes e Imagen Social de los Cuidadores Profesionales”, sus autores son Francisco Javier Castro Molina y José Ángel Rodríguez Gómez. Esta es de la colección del centenario del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife. En el nos relata en su introducción como la Real Academia de la Lengua Española define la palabra “uniforme” como traje peculiar y distintivo, que por establecimiento o concesión usan los militares y otros empleados, o los individuos que pertenecen a un mismo cuerpo o colegio.


FOTO 008 Portada del libro e imágenes de los uniformes

El uniforme blanco constituye un elemento que simboliza la limpieza, a lo que se unen conceptos como cuidado y apoyo al binomio doliente-familia, desarrollándose así tareas en los que están presentes el crecimiento, la salud, la enfermedad y la muerte. También nos relatan la Vocación y Cuidados: desde la Edad Media hasta la Época Moderna. El momento de los grandes cambios y la profesionalización: siglos XIX y XX. Y en las imágenes aparecen catorce trajes de enfermeras diferentes

Con este trabajo de investigación, se procura dar cuerpo a los conocimientos que han llegado hasta nosotros, estableciendo, a modo de andamiaje, una evolución claramente definida de los diferentes pasos que la Enfermería ha tenido que dar para llegar hasta la actualidad.

FOTOGRAFÍAS
Portada y contraportada del libro. Las fotos son propiedad del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife.

BIBLIOGRAFÍA
Libro del Centenario del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife 1912 - 2012. Edita el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife.

Libro de “Uniformes e Imagen Social de los Cuidadores Profesionales”, sus autores son Francisco Javier Castro Molina y José Ángel Rodríguez Gómez. Edita el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife.

AUTORES:
Raúl Expósito González
Enfermero. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores

Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP

martes, 15 de enero de 2013

LLAMA A LA COMADRONA



Memorias de la joven enfermera Jenny Lee como comadrona en prácticas en los años cincuenta en el Convento Nonnatus, situado en uno de los distritos más pobres de Londres

Autora: Jennifer Worth. Trabajó como comadrona en Londres de 1953 a 1973, acumulando todo tipo de experiencias. Este libro es el primero de una trilogía de la que se vendieron tres millones de ejemplares en Gran Bretaña entre 2007 y 2009. La autora murió en mayo de 2011 sin poder participar del éxito de la serie de televisión basada en sus libros, producida por la BBC y que tiene a Vanessa Redgrave como una de sus protagonistas. De la editorial “Lumen de narrativa”.


FOTO 001 Portada y contraportada del libro ¡Llama a la Comadrona!

Sinopsis
A mediados del siglo pasado, la vida en el East End de Londres era tan dura que una chica de veintidós años necesitaba agallas y humor para soportarla y comprender qué se escondía detrás del rostro maquillado de una prostituta o la chulería de un ladrón. Cuando la joven enfermera Jenny Lee llega a la Casa Nonnatus, no sabe que es un convento; allí ha sido enviada para completar su formación como enfermera y especializarse en la profesión de comadrona. Bajo la mirada experimentada y humana de las religiosas que gobiernan el convento, Jenny y sus tres colegas Cynthia, Trixie y Chummy traerán al mundo cientos de niños con gran entrega y humildad.

Su trabajo se desarrolla en un barrio y una ciudad marcada por las cicatrices de la guerra: edificios bombardeados, basura, parásitos y pestilencia. En estas condiciones, las comadronas harán su trabajo, ayudando a muchas mujeres, todas pobres, como Conchita Warren, una española madre de 25 niños, que se lleva estupendamente con su marido inglés aunque no puedan hablar, pues el uno no entiende el idioma del otro y viceversa... Poco a poco la vida de Jenny se verá repleta de sentido, humanidad y empatía por los demás.

Si Dickens nos dejó un testimonio de las paupérrimas condiciones de los niños condenados a trabajar en las fábricas del Londres finisecular, Jennifer Worth nos revela, con la misma humanidad, las necesidades de miles de mujeres en una época no tan lejana (1).

Comienzo
San Ramón Nonato se alzaba en el corazón de la zona portuaria londinense. Era una zona densamente poblada, la mayor parte de las familias vivían allí desde hacía varias generaciones y normalmente no se alejaban jamás de sus calles dond habían nacido. La vida familiar se desarrollaba en espacios reducidos y lo niños crecían bajo los cuidados de una nutrida parentela de tías, abuelas, primos y hermanos mayores que vivían todos ellos a unas pocas casas de distancia. Los niños eran omnipresentes, y las calles sus patios de recreo. En los años cincuenta existían muy pocos coches en los barrios pobres y los críos podían jugar en las calles sin ningún temor.


FOTO 002 Fotos de la serie de televisión de la BBC. Trajes de enfermeras

Los solares eran unos grandes derrumbamientos de casas y almacenes destruidos por las bombas y eran un escenario habitual en las aventuras infantiles. Se trataba de una zona peligrosa, los heridos por arma blanca eran habituales, así como las reyertas en plena calle. Eran tiempos de bandas, escaramuzas entre esas bandas criminales, el ojo por ojo, el crimen organizado y la rivalidad de la muerte. Los policías patrullaban por todas partes pero nunca solos. Pero nunca se oyó hablar de que a una anciana la tirasen al suelo para robarle la pensión, ni de ningún niño secuestrado o asesinado. La inmensa mayoría de los hombres que vivían en la zona trabajaban en los muelles. Había mucho trabajo, con unos salarios ínfimos y con unas jornadas laborales larguísimas.

Por lo general el oficio era cosa de familia, y pasaba de los padres a los hijos o a los sobrinos. Para los obreros que trabajaban a jornal, la vida debía de ser un auténtico infierno. Cuando no había embarcaciones que estibar no había trabajo para nadie, y los hombres se quedaban merodeando junto a la verja de los muelles, fumando y buscando pelea. Cuando llegaba un barco podían estar descargándolo durante 18 horas seguidas de extenuante trabajo físico. No es de extrañar que cuando terminaban el trabajo y con dinero fresco terminasen en un Pub y bebieran hasta caer totalmente borrachos. Las parejas se casaban muy jóvenes, reinaba una moral muy estricta. Las parejas fuera del matrimonio eran una rareza de las que apenas había noticias. No existían los métodos anticonceptivos, las mujeres discutían sobre los días seguros, y algunas utilizaban plantas abortivas, ginebra y jengibre, lavados con agua caliente, ya que la mayoría de los hombres se negaban a utilizar los preservativos.

Lavar la ropa, tenderla y plancharla ocupaba la mayor parte de la jornada laboral de cualquier mujer. Cuando acudía una comadrona a una casa tenía que sortear toda la ropa que estaba colgada en el patio, las escaleras, en el pasillo, en la cocina, en la sala de estar y en la propia habitación donde estaba la futura parturienta. Normalmente una vez a la semana las mamas llevaban a sus hijos a los baños públicos para lavarles, muchas de las casas no tenían más que un cuarto de baño para toda la vecindad. Curiosamente para los jóvenes la iglesia era a menudo el epicentro de la vida social.

En la época victoriana, las reformas sociales sacudieron el país. Por primera vez en la historia se alzaron las voces contra las injusticias, lo que agitó la conciencia colectiva. La necesidad de dotar a los hospitales de buenos cuidados de enfermería despertó el interés de muchas mujeres cultivadas y con visión de futuro. La Enfermería y la Partería se encontraban en un estado deplorable. Ninguna de las dos profesiones o anteriormente oficios se consideraban ocupaciones respetables para una mujer con estudios, por lo que las analfabetas habían ido ocupando las vacantes. Los personajes caricaturescos de Sairey Gamp y Betsy Prig, ignorantes, sucias, aficionadas a la ginebra, creados por Charles Dickens pueden parecernos hoy hilarantes, pero no nos habría hecho ni pizca de gracia si nos hubiésemos visto obligadas a poner nuestras vidas en sus manos por el sólo hecho de ser pobres.

Florence Nightingale es la más célebre de nuestras enfermeras, y su dinamismo y dotes de organización cambiaron para siempre la imagen y la práctica de la enfermería. Pero no estaba sola, y en la historia de la profesión han sido muchos los grupos de mujeres enfermeras que dedicaron su vida a mejorar la práctica de la enfermería. Uno de esos grupos era el de las comadronas de San Ramón Nonato (2), una orden religiosa de monjas anglicanas consagradas a mejorar las condiciones en las que daban a luz las mujeres sin recursos. Fundaron residencias para comadronas en las zonas más desfavorecidas de las grandes ciudades industriales de Gran Bretaña. Estas monjas con sus luchas consiguieron que en 1902 se aprobase la primera Ley de las Comadronas, naciendo la Real Escuela de Comadronas. Este trabajo se basaba en el pilar de la disciplina religiosa. La autora lo describe así: no me cabe duda de que esto resultaba necesario entonces, pues las condiciones de trabajo eran tan terribles, y el trabajo tan arduo, que solo quienes hubiesen sentido la llamada de Dios querrían asumirlo. Florence Nightingale dijo que cuando tenía poco más de veinte años tuvo una visión de Jesús, y que este le dijo que debía consagrarle su vida.


FOTO 003 Foto de la serie de televisión de la BBC

Las comadronas de San Ramón Nonato trabajaban en las barriadas más pobres, eran las únicas comadronas dignas de confianza de toda la zona. Trabajaron incansablemente entre epidemias de cólera, fiebre tifoidea, polio y tuberculosis, desarrollaron su trabajo entre dos guerras mundiales, permanecieron en Londres incluso durante los ataques de los bombarderos alemanes que castigaron duramente la zona portuaria. Trajeron niños alo mundo en los refugios antiaéreos, criptas de iglesias y estaciones de metro. Así era el trabajo infatigable, altruista, al que habían consagrado sus vidas, y eran conocidas, respetadas y admiradas en toda la zona portuaria por quienes allí vivían. Todos hablaban de ellas con sincero afecto. Como nos cuenta la autora de este libro: cuando las conocí eran una orden de monjas plenamente entregadas a Dios y obligadas por los votos de pobreza, castidad y obediencia, pero también enfermeras cualificadas y comadronas, circunstancia que me llevó a unirme a ellas. Fue la experiencia más importante de mi vida.

La joven enfermera Jenny Lee
¿Por qué me he metido en esto? ¡Debo estar loca! Podría haber sido cualquier cosa: modelo, azafata, camarera de barco. Sólo una imbécil decidiría hacerse enfermera. Y ahora comadrona…

¡Las dos y media de la madrugada! Medio dormida aún, me las arreglo para ponerme el uniforme. Solo tres horas de sueño tras una jornada laboral de diecisiete horas. ¿Quién trabajaría en semejantes condiciones? ¿Por qué me habré metido enfermera? Mis pensamientos se remontan a cinco o seis años atrás. Por descontado, no había sentido en ningún momento la llamada de la vocación, el ardiente deseo de curar a los enfermos que supuestamente sienten las enfermeras. ¿Y qué fue, entonces? Un desengaño amoroso, sin duda la necesidad de alejarme, un desafío o el uniforme sexy con los puños vueltos y el cuello almidonado, la cintura ceñida y la cofia tan coqueta, pensaba Jenny mientras pedaleaba entre la lluvia.

Jenny mientras esperaba en un cuarto de una casa londinense para atender al parto pensaba: ¿Por qué no gozan las comadronas del protagonismo social que merecen? ¿Por qué pasan inadvertidas? Deberían ser objeto de grandes alabanzas por parte de todos, pero no es así. La responsabilidad que asumen es inconmensurable, sus conocimientos y pericia no tienen parangón, y sin embargo nadie las valora en su justa medida, y por lo general se desdeña su labor.

En los años cincuenta en Londres, las comadronas impartían clases a todos los estudiantes de medicina. Había, claro está, un obstetra que les enseñaba el contenido teórico, pero sin la práctica clínica de nada sirve la teoría. Así en los hospitales universitarios a cada estudiante se le asignaba una comadrona que desempeñaba el papel de tutora, y este le acompañaba a su distrito para aprender los aspectos prácticos de la atención al parto. Todos los médicos de cabecera habían recibido formación por parte de una comadrona, aunque ese detalle apenas trascendía.

Jenny pensaba: Si alguien me hubiese dicho dos años antes que entraría en un convento para formarme como comadrona, no habría podido reprimir una sonrisa. Pensé que era un pequeño hospital privado de los cientos que había repartidos por el país. Llegué con todas mis pertenencias un día muy lluvioso y al anochecer de octubre, sin conocer la situación, solares destrozados por las bombas, sin alumbrado público, las fachadas eran sucias y grises, yo no encontraba el hospital y tuve que preguntar, allí me encontré con una sucia fachada de ladrillo rojo con arcos y torrecillas de estilo victoriano y rejas de hierro. No se veía ninguna luz en todo el edificio, que lindaba con un solar devastado por las bombas y pensé “¿Dónde diablos me he metido?” Esto no puede ser un hospital.

Llamé al timbre, oí unos pasos y me salió abrir una señora extrañamente ataviada; no parecía enfermera, pero tampoco monja. Se dio la vuelta y me condujo por un pasadizo de piedra. El velo blanco flotaba como una estela sobre su espalda, la desconocida entró en una enorme cocina de estilo victoriano en la que el suelo y el fregadero eran de piedra. Estado con la monja que me había abierto la puerta y tomando un té y un trozo de pastel aparecieron tres monjas hablando de enemas, estreñimiento y venas varicosas. Una de ellas redirigió a mí y me dijo: tú debes de ser la enfermera Lee, te estábamos esperando, yo me llamo sor Julienne, y soy la directora de la residencia, después de cenar tendremos una pequeña charla en mi despacho.

Cuando subía a mi habitación aparecieron dos enfermeras jóvenes de mi edad eran Cynthia y Trixie. A continuación me llamó la madre superiora y me explicó en que consistiría mi formación, así como las normas de funcionamiento de San Ramón Nonato. Durante cerca de tres semanas haría todas las visitas bajo la supervisión de una comadrona experimentada, y a partir de entonces saldría por mi cuenta a hacer el seguimiento pre y posnatal de las pacientes que me asignaran. Sólo atendería partos bajo la supervisión de otra comadrona. Las clases teóricas se impartirían por la noche, una vez a la semana, después de la jornada laboral. Solo nos estaba permitido estudiar en nuestro tiempo libre.


FOTO 004 Foto de la serie de televisión de la BBC

LA SERIE DE LA BBC
El libro se llevó a la pequeña pantalla mediante una serie de televisión producida por la BBC, constituyéndose como un gran éxito de una ficción histórica de esa cadena pública británica. “Llama a la comadrona” ha tenido cuotas de pantalla envidiables, llegando a reunir a 10.000.000 de personas frente al televisor en Inglaterra. Producida por Neal Street Productions, la compañía de Sam Mendes y Pippa Harris, y basada en las memorias de la comadrona Jennifer Worth, esta miniserie también se ha estrenado en España, en la cadena AXN White.

Al igual que en el libro, está ambientada en el East End londinense en 1957 y está protagonizada por una joven que, a pesar de haber sido criada en la opulencia, decide ser enfermera y más tarde comadrona, que aterriza en uno de los barrios más pobres de Londres.

Jenny se unirá a las monjas-enfermeras de Nonnatus House, convirtiéndose en parte del equipo de comadronas que visitan a las embarazadas de Poplar, dando a las mujeres más pobres la mejor atención de la que son capaces.

Entre la pobreza y la miseria, la joven encuentra pacientes que le enseñan un mundo que desconocía. Mujeres como Conchita, que pasa por su embarazo número 25 o como Mary, una prostituta embarazada con sólo 15 años. Al principio, queda sorprendida por las atroces situaciones que encuentra, pero muy pronto aprende a querer a la gente que habita el East End.

Llama a la comadrona” es un cuidado retrato del nacimiento, de la vida, la muerte y de una comunidad al borde del urgente cambio social (3).


FOTO 005 Jenny Lee. Foto de la serie de televisión de la BBC

EPÍLOGO Y COMENTARIOS
Los expertos en comunicación suelen decir que cualquier libro es mejor que su película, puesto que permite que nuestra imaginación complete, según nuestras preferencias y culturas, la información que rodea la trama narrativa, cuestión que no ocurre en una película, en la que los guionistas y director llenan estos espacios. Por eso, aunque la serie de televisión está acaparando numerosos éxitos y, sin duda, se va a convertir en un hito para la profesión de enfermería y para las matronas, si tenéis ocasión, leer primero las 462 páginas de este primer libro de la trilogía.

Dejad que vuestra imaginación ponga cara a los personajes, a su forma de vestir condicionada por una economía de subsistencia, a visualizar el East End de Londres de la postguerra como cualquiera de los muchos barrios deprimidos que están en nuestras ciudades y a pensar con detalle en todos los cuidados que se debían prestar en esas circunstancias.

Algunas de las historias que aparecen reflejadas son duras, muy duras, que presentan a mujeres marcadas por circunstancias extremas, en un entorno social y familiar más que hostil, en la que la enfermera o la matrona se presentan como casi la única voz amiga. Puede que no hayamos vivido circunstancias tan extremas, pero seguro que, al igual que en el libro, todas y todos tenemos experiencias profesionales que nos han marcado personalmente.

Por eso, recomendando primero su lectura y luego la visión de la serie, como se suele decir; debemos aprender del pasado, para no caer en los mismos errores, para mejorar el futuro. Imaginando las situaciones extremas en las que se debía desarrollar la atención neonatal, recordemos de donde viene nuestro sistema de protección social, el llamado estado del bienestar, en el que está el sistema sanitario público que, con mucho esfuerzo, hemos conseguido en todos estos años y no olvidemos que, si lo perdemos o retrocedemos en el mismo, corremos el riesgo de retrotraernos nuevamente hasta esas situaciones tan trágicas.

NOTAS:
(1) Contraportada del libro ¡Llama a la Comadrona! De Jennifer Worth.
(2) San Ramón Nonato es un nombre ficticio, tomado del santo patrón de las comadronas, los obstetras, las embarazadas, parturientas y los recién nacidos. San Ramón Nonato vino al mundo por cesárea en Cataluña en el 1204 y su madre murió en el parto, lo que sucedía muy a menudo en aquella época. San Ramón se hizo sacerdote y murió en el año 1240.
(3) “Llama a la comadrona” O aprender de la miseria.

FOTOGRAFÍAS
Portada y contraportada del libro y fotos sacadas de Internet.

BIBLIOGRAFÍA
¡Llama a la Comadrona! Una historia verdadera en el Londres de los años cincuenta. Jennifer Worth. Editorial Lumen. Narrativa 2012

“Llama a la comadrona” O aprender de la miseria

AUTORES:
Raúl Expósito González
Enfermero. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores

Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP

Manuel Solórzano Sánchez
Enfermero Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP


jueves, 3 de enero de 2013

HISTORIA DE LA ENFERMERÍA MADRID 2012



XIII CONGRESO NACIONAL Y VIII CONGRESO INTERNACIONAL DEHISTORIA DELA ENFERMERÍA

Colegio Oficial de Enfermería de Madrid, los días 22, 23 y 24 de noviembre de 2012

Bajo el lema:
EL ASOCIACIONISMO EN LA ENFERMERÍA Y SU INFLUENCIA EN EL DESARROLLO DE LA PROFESIÓN

Han organizado este singular Congreso, el Colegio Oficial de Enfermeras de Madrid. La Asociación Nacional de Investigadores de la Historia de la Enfermería. Seminario Permanente para la Investigación de la Historia de la Enfermería. Universidad Complutense de Madrid y la Fundación María Teresa Miralles para el estudio de la evolución de los cuidados y el desarrollo de la Enfermería.


FOTO 001 Paloma Rodríguez, Mª Luz Fernández e Isidoro Jiménez

Sobre el lema del Congreso, Carlos nos decía que se ha organizado con motivo del 150 Aniversario de la aprobación y presentación en público del Reglamento de la Sociedad de Ministrantes, del que emana el asociacionismo en las profesiones auxiliares de la Medicina y posterior desarrollo de los Colegios Profesionales de Enfermería.

El Comité organizador estaba compuesto por Francisca Hernández, Isidoro Jiménez, Paloma Rodríguez, Mª Luz Fernández, María Teresa Miralles y Carlos Álvarez. La secretaría técnica estuvo compuesta por los veteranos enfermeros Paloma Rodríguez de la Cruz, Mª Luz Fernández Fernández e Isidoro Jiménez Rodríguez, además del alma Mater del evento Carlos Álvarez Nebreda, quién tuvo su apoyo en su mujer también enfermera, que colaboró en los preparativos del Congreso Amparo Ibáñez Colás.


FOTO 002 Carlos Álvarez, Sara Gasco, Pedro Bejarano y Francisca Hernández

Después de la entrega de la documentación se procedió a la presentación del Congreso que corrió a cargo del Presidente del Colegio de Enfermería de Madrid Pedro Domingo Bejarano Soleto, la secretaria del Colegio Sara Gasco González y de la Presidenta del Seminario Permanente para la Investigación de la Historia de la Enfermería Francisca Hernández Martín y cerrando el acto el jefe de ceremonias Carlos Álvarez Nebreda.


FOTO 003 Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón

La presentación de la Conferencia inaugural corrió a cargo del organizador Carlos Álvarez Nebreda que presentó al Excelentísimo Don Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Consejero Permanente de Estado y uno de los siete ponentes que redactaron la Constitución Española de 1978. Nos relató y profundizó sobre la función social de las organizaciones corporativas, sus orígenes y su razón de ser en la sociedad actual. Esta conferencia nos ha enseñado donde estamos y que papel social y profesional juegan las organizaciones corporativas en general y los Colegios Profesionales en particular.

Después de la conferencia y de la mano de la experta Doctora en Enfermería María Teresa Miralles Sangro, nos guió por el majestuoso Museo y Biblioteca del Colegio Oficial de Enfermeras de Madrid. Al museo le pusieron el nombre de la enfermera asesinada en el 11 de marzo “Inés Novellón”.


FOTO 004 Congresistas y Museo de Enfermería Colegio de Madrid

Al día siguiente comenzó la jornada con la Conferencia “150 años de historia del Colegio de Enfermeras de Madrid: motor de la organización colegial de España”, impartida por el Doctor Enfermero y Documentalista, maestro de maestros Carlos Álvarez Nebreda.

Luego la Primera Mesa Redonda “El asociacionismo de los Practicantes” moderada por Isidoro Jiménez Rodríguez, contó con los siguientes ponentes: Dr. Antonio Claret García de la Universidad de Huelva, su tema “Las publicaciones especializadas de los practicantes: un agente recambio profesional (1857-1936)”. Es una suerte poderle escuchar año tras año.

Le siguió el ponente más joven de un Congreso de Historia, es enfermero experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores, Raúl Expósito González, del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, su tema “Organización y lucha por el reconocimiento de los Colegios de Practicantes”. Nos dio una lección del saber.

Para terminar otro grande de la enfermería española el Doctor Enfermero Francisco Ventosa Esquinaldo. Hermano de San Juan de Dios. Director del Centro de Grado de Enfermería en Sevilla, su tema “Pugna por la unificación de los Practicantes, Matronas y Enfermeras en una sola profesión”. Magnífico en toda su exposición.


FOTO 005 Antonio Claret, Raúl Expósito y Francisco Ventosa

A las doce del mediodía empezaron las comunicaciones libres en el salón de actos y en el Aula 1, en el primero y con Isidoro Jiménez como moderador.
Comenzó la exposición con el tema “La Escuela de Enfermería en la universidad Vasca 1936 - 1937 de Jesús Rubio Pilarte y Manuel Solórzano Sánchez. Le siguió “El asociacionismo de las enfermeras de salud pública a través de la revista “La Visitadora Sanitaria” (1934-1935)” de Mª Eugenia Galiana-Sánchez; Josep Bernabeu-Mestre; Concepción Carrillo; Pilar García Paramio; Lourdes Mariño y Eva Trescastro. Le siguió “La enfermería militar y el Hospital de San Carlos, dos siglos de historia común” de Manuel Cano Leal.

Le siguió el médico Tomás Urien Blázquez con su tema “Previsión y socorros mutuos de auxiliares sanitarios, sección de Practicantes”. A continuación con el tema “La reacción de los colegios oficiales de practicantes a la creación de la enfermera titulada en 1927 de Manuel Ángel Calvo Calvo. Le siguió los “Orígenes de la colegiación de los Practicantes en Cuenca. Notas de una primera aproximación” de Alberto González García y José Rodrigo Cerrillo Patiño. Le siguió “Los inicios del Colegio de Enfermería de Cáceres” de los profesores Jesús Prieto Moreno; Luis Mariano Hernández Neila; Francisco Tirado Altamirano y Mercedes Fraile Bravo. Terminando en esta mesa con el tema “La oposición de los practicantes al incipiente desarrollo profesional de la enfermería” de Noelia M. Martín Espinosa; Ana I. Cobo Cuenca y Álvaro Martín Espinosa.

En la sala contigua el Aula nº 1 y de moderador Antonio Mª Claret García Martínez dio comienzo con el tema los “Cuidados sanitarios en la cultura hebrea” de Nahikari Gutiérrez Malax-Echevarría y Ainhoa Castillo Fernández. Le siguió con el tema “Historia de la Traqueostomía: Desde la antigüedad, hasta nuestros días” de Mª José Cerezo Calvo; Almudena Arias Burdalo, Ana Isabel Izquierdo Hernando y Mª Paz Fernández Rodrigo. Le siguió la “Historia de la donación: de la exanguinotransfusión a la donación por aféresis”de Mª del Pilar Soldevilla de la Esperanza; Mª Trinidad España Moscoso; Mª Amparo Mínguez Paniagua; Rosa María Soldevilla de la Esperanza y Elisa Sánchez Torres.


FOTO 006 Mª Ángeles Rodríguez y Mª Dolores Ruiz

A continuación con la “Mortalidad por la epidemia de gripe en la comarca de la Janda (1918-1919)” de Antonio Jesús Marín Paz; Álvaro Morales Reyes; Pablo Molanes Pérez y Ana María Sainz Otero. Los mismos presentaron también el tema “Mortalidad por brotes epidémicos de sarampión y viruela en Vejer de la Frontera (1916-1920)”. Le siguió con “Metodología de enfermería en un manicomio del siglo XV” de Mª Gema Cid Expósito; Isidoro Jiménez Rodríguez e Inmaculada Corral Liria. Le siguió “Los Practicantes del Hospital Civil de Málaga 1864/1940” de Silvia García Barrios. Para terminar las “Asociaciones para la asistencia social: La Casa Cuna de Sevilla (1656)” de Antonio Claret García Martínez.

La tarde comenzó con la Mesa Redonda titulada “El asociacionismo de las matronas”, modera la mesa Concepción Fernández Mérida. La primera ponencia corrió a cargo de Ana Martínez Molina con su tema “Desarrollo profesional de las matronas. Sus competencias a través de la historia”. Le siguió Mª Dolores Ruiz Berdún, su tema “Organización y lucha por el reconocimiento de la Colegiación”. Para terminar la mesa nos habló Mª Ángeles Rodríguez Rozalén con el tema “La Matrona: profesión o especialidad”.

Las comunicaciones libres comenzaron a las 18 horas en el Salón de Actos y con la moderadora Concepción Fernández Mérida. La primera comunicación fue “Transformación en el saber de la matrona en la 1ª mitad del siglo XX” de Ana Mª Carrobles García; Minerva Velasco Abellán; Sagrario Gómez Cantarino; Sandra Sukkarie Noria y Manuel Moreno Preciado. Le siguió “Un recorrido histórico: Evolución de la lactancia materna en el siglo XX” de Ana Mª Carrobles García; Minerva Velasco Abellán; Sagrario Gómez Cantarino y Sandra Sukkarie Noria. Le siguió “Las Matronas y su identidad profesional: una reivindicación en la Historia” de Esperanza Vicente Mellado; Paloma Rodríguez de la Cruz y Francisca J. Hernández Martín.


FOTO 007 Enfermeras/os de Madrid y Toledo

Le siguió “El archivo histórico de la Asociación Salud Infirmorum de Cádiz: un referente para la investigación de la Historia de enfermería” de Francisco Glicerio Conde Mora. Le siguió “Agrupaciones de enfermería para atender la salud comunitaria de Lleida en el siglo XIX” de Lorena Lourdes Tejero Vidal y Carmen Torres Penella. Le siguió “El futuro inmediato como parte de la asignatura Historia de la Enfermería en el pregrado” de Mª Gema Cid Expósito; Isidoro Jiménez Rodríguez e Inmaculada Corral Liria. Le siguió “La realidad de la enfermería española en la guerra civil (1936-1939)”. (Sistema organizativo) de Manuel Monge Ortiz. Para terminar el “Estudio de las fuentes en el aprendizaje de la Historia en el Grado de Enfermería” de Azucena Pedraz Marcos; Ana María Palmar Santos y Asunción García González.

En la sala adyacente el Aula nº 1 y siendo moderador Manuel Jesús García Martínez, dio comienzo con “Las Órdenes Religiosas Españolas Contrarreformistas como formas de asociación enfermera” de Juana Mª Hernández Conesa; Mª José Torralba Madrid y Mª Ángeles Navarro Perán. Le siguió “Comparativa entre los cuidados enfermeros de la primera y la segunda mitad del siglo XX” de Ana Mª Carrobles García; Minerva Velasco Abellán; Sagrario Gómez Cantarino y Sandra Sukkarie Noria. Le siguió “Desarrollando el sentimiento humanitario hacia el que sufre. Velar al divino enfermo” de Blanca Fernández de Leceta y Mª Asunción Amilano Urdaín.


FOTO 008 Magdalena Santo Tomás, Amparo Nogales, Elena González y Juana Mª Hernández

Le siguió “Siglo XIX: La Asociación de Enfermeros Hermanos de la Caridad a través de sus Estatutos” de Francisco Ventosa Esquinaldo; Carmelo Gallardo Moraleda; Almudena Arroyo Rodríguez; María Socorro Morillo Martín; Isabel María Calvo Cabrera e Inmaculada Lancharro Tavera. Le siguió “Funções dos enfermeiros no século XVIII inscritas na Postilla religiosa” de Isabel María Ferraz Pereira; Helga Rafael Henriques y Cristina Lavadera Baixinho. A continuación la “Memoria de una Dama de Sanidad Militar” de Carmen Bolea Foradada. Carmen Torres Penella y Anna Ramió Jofre. Para terminar con “Cuba, adaptación normativa para el ejercicio de la profesión de Matrona a mediados del siglo XIX” de Manuel Jesús García Martínez.

El sábado comenzó muy pronto la última Mesa Redonda titulada “El asociacionismo de las Enfermeras”, siendo su moderadora Juana Mª Hernández Conesa. La primera ponente fue Elena González Iglesias, su tema “Los inicios de la Enfermería como profesión”. Le siguió Amparo Nogales Espert con su ponencia “La enfermera y su inserción en los Colegios” y para terminar Magdalena Santo Tomás Pérez nos expuso “Pugna por el reconocimiento universitario y su especialización”.

Posteriormente en el Salón de Actos y de moderadora Mª Luz Fernández Fernández, dio comienzo a las últimas comunicaciones. Comenzó “La maternidad en la cuna de las civilizaciones de Egipto y Grecia” de Ana Mª Carrobles García; Minerva Velasco Abellán; Sagrario Gómez Cantarino y Sandra Sukkarie Noria. Le siguió “El asociacionismo enfermero en Vitoria durante el bienio reformista de la II República” de los enfermeros Manuel Ferreiro Ardións y Juan Lezaun Valdubieco. Le siguió “Germen de Asociación Científica de Atención Primera en Extremadura” de Jesús Prieto Moreno; Luis Mariano Hernández Neila; Francisco Tirado Altamirano y Mercedes Fraile Bravo.


FOTO 009 Congresistas de Álava, Extremadura y Madrid

A continuación “Asociación Española de Enfermería de Anestesia-Reanimación y Terapia del DOLOR: 25 Años” de Ángela González Hernández; José Abad Valle; Esperanza Vélez Vélez y Mª Ángeles Matesanz Santiago. Le siguió “Aportaciones de la primera generación de licenciadas de enfermería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla” de Mª Teresa Lidia Salazar Peña; Mª del Carmen Martínez Reyes; Carolina Trujillo de la Cruz; Mª de la Luz Bonilla Luis; Odilia Bustos Bolaños; Guillermina Gracia Madrid; Josafath Romero Blas; Mª de los Ángeles Marín Chagoya; Noelia M. Ríos Palacios y Pablo Alejandro Luna Salazar. Y para terminar “Antecedentes del Seguimiento de Egresados de Licenciatura en Enfermería Escolarizado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla”. Litzahaya Gómez Morales; Carolina Trujillo de la Cruz; Rayo Cruz Ribera; Carmen Cruz Ribera; Noelia M. Ríos Palacios; Rocio Velézquez Fabián; Mª Lourdes Morales Espinosa; Pablo Alejandro Luna Salazar y Rosa María Tlalpan Hernández.

En la sala contigua el Aula nº 1 y de moderador Isidoro Jiménez Rodríguez, dio comienzo las últimas comunicaciones, la primera fue “María de Madariaga y la asociación Salus Infirmorum: reto en la promoción de la mujer” de Concepción Mejías Martínez y Antonia Barrios Ortiz. Le siguió “Liga de Enfermeiras Graduadas da Escola Técnica de Enfermeiras: Uma associação profissional inovadora” de Marilia Freitas y Oscar Ferreira. A continuación “Análisis de las sesiones de trabajo de la Asociación Española de Enfermería Docente (AEED)” de María López Vallecillo.


FOTO 010 María López, Manuel Ángel Calvo y Raúl Expósito

Le siguió “Nocaminho da autonomia profissional da enfermagem portuguesa: experiência viva da transição bacharel – licenciado” de Helga Rafael Henriques. Y para terminar “La Enfermera y el cuidado enfermero” de María Concepción Pérez Aguilar; Yoani Mastranzo Sánchez; Ocotlan Pliego Pliego y Mª Teresa Lidia Salazar Peña.

La conferencia de clausura corrió a cargo de Carol Butler Collado, enfermera consultora independiente del Banco Mundial, O.P.S., que versará sobre “La influencia de las organizaciones internacionales de la salud en la evolución de la Enfermería”. Nos dio a conocer los momentos críticos en el desarrollo de la Enfermería, por los que ha pasado y por los que pasará nuestra profesión, observando la influencia específica de organizaciones como son la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Fundación Rockefeller, el Banco Mundial y otras agencias u organizaciones internacionales, que han contribuido a estimular el pase de la Enfermería hacia lo académico. Terminó su conferencia de clausura con una frase de Florence Nightingale 1914, que dice así: “Al no ser que estamos haciendo progreso en nuestra enfermería, cada año, cada mes, cada semana, … estamos regresando”.

Con estos congresos de Historia de la Enfermería promovemos la investigación en la Historia de la disciplina y la aproximación a la veracidad de los hechos, y así contribuir a que la enseñanza de la Historia de la Enfermería garantice el máximo conocimiento de ésta. Además, establecemos cauces de encuentro y reflexión entre estudiosos e investigadores de la profesión y facilitamos la comunicación y encuentro de los profesionales y las asociaciones que les representan, todos ellos objetivos recogidos en los Estatutos de la Asociación Nacional de Investigadores de la Historia de la Enfermería.


FOTO 011 Congresistas con Carol Butler Collado


AUTORES
Raúl Expósito González
Enfermero. Servicio de Anestesia y Reanimación. Hospital “Santa Bárbara” de Puertollano. Ciudad Real. Experto en Barberos, Ministrantes y Sangradores

Jesús Rubio Pilarte
Enfermero y sociólogo. Profesor de la E. U. de Enfermería de Donostia. EHU/UPV
Miembro no numerario de La RSBAP

Manuel Solórzano Sánchez
Hospital Universitario Donostia de San Sebastián. Osakidetza /SVS
Miembro de Eusko Ikaskuntza
Miembro de la Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos
Miembro Comité de Redacción de la Revista Ética de los Cuidados
M. Red Iberoamericana de Historia de la Enfermería
Miembro no numerario de La RSBAP